TLC ECONOMÍA


El Tribunal Mundial de Libertad Sindical condena al estado colombiano

Tribunal Mundial Sindical



EL TRIBUNAL MUNDIAL DE LIBERTAD SINDICAL resuelve: " Condenar al Estado de la República de Colombia por ser responsable de los hechos sistemáticos de violación del principio de Libertad Sindical, en calidad de autor directo, coautor, cómplice o encubridor de homicidios, lesiones, torturas, privaciones ilegítimas de la libertad, atentados, amenazas, despidos y represalias con motivo del ejercicio de la actividad sindical." 
Tribunal Mundial de Libertad Sindical  COLOMBIA Bogotá D.C., veinticinco (25) de mayo de dos mil doce (2012).   El Tribunal Mundial de Libertad Sindical integrado por los siguientes Magistrados: LUIS ENRIQUE RAMÍREZ, Presidente; LYDIA GUEVARA RAMÍREZ, Secretaria; LUIZ SALVADOR, OSCAR ALZAGA, JOSÉ LUIS CONTRERAS MONTES, GRETEL HERNÁNDEZ OLIVA y SEBASTIÁN VISCUSO, reunidos en sesión plenaria, en el expediente caratulado “Sindicatos de Colombia c/ República de Colombia s/ Violación del principio de libertad sindical” (Causa No. 001/ 2012.), dicta la siguiente sentenciaI.-objeto de la controversia  

El Tribunal ha recibido una demanda general que resume la presentada por 81 organizaciones sindicales y por trabajadores independientes, cuyo detalle se realizó en el auto de admisión de la demanda, de fecha 23 de mayo de 2012. En ella se denuncian graves violaciones al principio de libertad sindical por parte de la República de Colombia, alegándose que los trabajadores de este país, “siempre han sido blanco de los ataques de la clase política tradicional”, situación que se habría agravado a partir de 1965, según los demandantes, cuando “se acogió por el Estado la doctrina de la seguridad nacional o del enemigo interno”. Dice la demanda que “el paramilitarismo se ha convertido en una política de Estado, cuyo blanco principal son los defensores de derechos humanos, los opositores y los trabajadores.”

Luego la demanda desarrolla y fundamenta este punto, explicando la responsabilidad de los Estados Unidos en la actividad paramilitar en Colombia y la complicidad de los partidos políticos tradicionales. La demanda también relata otras violaciones graves a los derechos humanos, cuyo origen se vincula al derecho de libertad sindical, que prácticamente es impedido su cabal ejercicio por los trabajadores.

II.- Competencia

En el auto de fecha 23 de mayo de 2012 el Tribunal fundamentó su legitimidad y su competencia para conocer en el presente caso. En primer lugar, por estar conformado por juristas y personalidades sociales de diferentes países, ajenos a la controversia planteada. Decíamos en esa oportunidad, que el Tribunal Mundial de Libertad Sindical – Colombia (TMLS), es un tribunal ético internacional, fundado por representantes de la sociedad civil que pretenden denunciar y hacer visible, ante la comunidad nacional e internacional, la sistemática violación en Colombia de una de las libertades fundamentales de la persona humana: la libertad sindical. Es un tribunal ético, porque nace con el propósito de generar conciencia sobre la degradación de ese derecho humano, que la institucionalidad no ha podido, o querido, preservar. Su existencia se explica por el fracaso de las estructuras políticas formales, en dar una respuesta adecuada a las agresiones que sufre la libertad sindical en este país.

Cuando los sistemas judiciales convencionales se muestran impotentes para suprimir esos comportamientos, por ser incompetentes, tolerantes o, peor aún, cómplices, entonces las víctimas y los pueblos tienen el derecho de reapropiarse democráticamente de la justicia, generando un espacio para la denuncia, la condena y la difusión de los hechos de violación de la libertad sindical, identificando a sus responsables.

 El Tribunal no sustituye a los tribunales formales, sino que coadyuva a que las normas nacionales e internacionales se reconozcan y apliquen. Sin lugar a dudas, este es un paso para terminar con la impunidad, al exhibir ante la comunidad local e internacional hechos que repugnan a la conciencia social de la humanidad, y que van a contramano del siglo XXI, que es el siglo de los derechos humanos. Se trata, ni más ni menos, que desenmascarar la injusticia, y forzar la reacción de aquellas personas e instituciones, que tienen la capacidad de movilizar mecanismos correctivos de estas conductas socialmente reprochables.

 Cuando la violación de los derechos en general, y de la libertad sindical en particular, pasan a ser parte del escenario de lo cotidiano, y cuando las conciencias parecen estar anestesiadas, seguramente como mecanismo de defensa para poder sobrevivir a semejante degradación social, entonces las instituciones entran en una profunda crisis. Pierden legitimidad porque pierden credibilidad. Y llegado a este punto, los pueblos tienen el derecho a exigir y buscar justicia, la que les permite alzar la voz y denunciar a los violentos, a los corruptos, a los delincuentes, a los explotadores, que degradan las instituciones republicanas y, en nuestro caso, a los que sistemáticamente violan el principio de libertad sindical en sus diversas manifestaciones.

III.- Trámite ante el Tribunal

Recibida la demanda, al estar designadas las partes y pertenecer los hechos denunciados al marco de competencia del Tribunal, se ordenó notificar al Presidente de la República de Colombia, Señor Juan Manuel Santos Calderón para que pueda ejercer el derecho de defensa. Paralelamente, se dispuso la producción de la prueba ofrecida por la parte demandante, ordenando que por Secretaría y atento a su volumen, sea reservada y archivada la documentación, y que se tome declaración a los testigos ofrecidos realizándose las audiencias los días 23 y 24 de mayo de 2012 en el horario de 09:00 a 12:30 y de 14:00 a 16:30 horas.

IV.- El marco normativoPara resolver la controversia planteada, el Tribunal ajustó su decisión a la Constitución Política (CP) de la República de Colombia, artículos 25, 39, 53, 55 y 56; al Código Sustantivo del Trabajo (CST), a los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), números 87 (1948) sobre libertad sindical y protección del derecho de sindicación, 98 sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva (1949), 151 sobre las relaciones de trabajo en la administración pública (1978) y 154 sobre el fomento de la negociación colectiva (1981); a la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art.23); a la Declaración Universal de Derechos Humanos (arts. 20 y 23.4), a los llamados “Pactos de Nueva York”, el relativo a los Derechos Civiles y Políticos (art. 22.1) y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art. 8.1), el Protocolo de San Salvador (art. 8) y demás tratados que conforman el Derecho Internacional de los Derechos Humanos en materia sindical. También se tuvieron en cuenta los dictámenes y resoluciones de los organismos internacionales de interpretación y aplicación de dichos tratados y convenios, como, por ejemplo, la Comisión de Expertos, la Comisión de Aplicación de Normas y el Comité de Libertad Sindical de la OIT. Por último, pero muy especialmente, el Tribunal apoyó su decisión en la doctrina de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en particular en los casos “Baena, Ricardo y otros” (02/02/2001) y “ Huilca Tecse c/ Perú” (03/03/2005).

El Tribunal destaca que la profusión de normas internacionales que consagran el principio de libertad sindical, permite considerarlo como un derecho humano fundamental integrante del “ ius cogens ” o derecho consuetudinario de gentes, obligatorio para todos los países, conforme al Convenio de Viena sobre Derecho de los Tratados.   

V.- La libertad sindical
Ingresados en el siglo XXI, el Tribunal considera innecesario explayarse mayormente sobre la libertad sindical, uno de los pilares de toda sociedad democrática.

Baste decir que la libertad sindical comprende tanto a la llamada libertad sindical individual, consistente en la facultad de constituir sindicatos, afiliarse, no afiliarse o desafiliarse, como la libertad sindical colectiva o autonomía sindical, que permite a las organizaciones sindicales realizar toda actividad lícita, incluida la huelga, para la defensa de los derechos e intereses de los trabajadores. La función de los sindicatos, en las sociedades modernas, es crear una fuerza social que contrarreste los poderes empresariales. Pero el desconocimiento sistemático de la libertad sindical deriva en una situación de debilidad estructural de las organizaciones gremiales, lo que facilita los abusos y atropellos a los derechos de los trabajadores.

La libertad sindical está íntimamente vinculada con la subsistencia del trabajador y de su familia, con la protección y mejoramiento de sus intereses y derechos, ya que es la garantía para el ejercicio de sus derechos laborales, como son al trabajo digno y estable y a una remuneración justa. Y si la libertad sindical está relacionada con la subsistencia de la persona, entonces está vinculada con el derecho a la vida, que es el primer derecho humano. Esto explica que la propia O.I .T diga en sus informes, que la libertad sindical y la libertad de asociación son un derecho humano fundamental y un valor medular del sistema, cuyo propósito principal es que los trabajadores defiendan sus derechos adquiridos y aún puedan mejorarlos.

Las normas constitucionales y la ratificación de los tratados internacionales sobre derechos humanos y los Convenios de la O.I.T., es un dato importante para juzgar la situación de la libertad sindical en Colombia. Pero lo verdaderamente esencial es el grado de aplicación efectiva de esa normativa.

Este Tribunal ha podido comprobar, con las pruebas producidas, que en Colombia existe una enorme brecha entre la norma jurídica protectora y su aplicación en la realidad. Se viola la libertad sindical cuando el ordenamiento jurídico interno crea condiciones para la existencia de organizaciones de trabajadores débiles y sin capacidad de acción sindical. También cuando se reglamenta el derecho de huelga para que sea inofensiva, o cuando la negociación colectiva es un burdo simulacro.

Pero la más grave violación de la libertad sindical se produce cuando la violencia contra el sindicalismo es permanente, en el marco de una evidente impunidad, sobre todo de los grupos paramilitares, lo que nos habla de un Estado ausente o, peor aún, cómplice.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso “ Huilca Tecse c/ Perú” (03/03/2005), ha dicho: “El estado debe garantizar que las personas puedan ejercer libremente su libertad sindical sin temor de que serán sujetos a violencia alguna, pues, de lo contrario, se podría disminuir la capacidad de las agrupaciones de organizarse para la protección de sus intereses”. Agregando: “Por lo tanto, la ejecución de un líder sindical, en un contexto como el del presente caso, no restringe sólo la libertad de asociación de un individuo, sino también el derecho y la libertad de un determinado grupo a asociarse libremente, sin miedo o temor”.

La O.I.T ha señalado: “un clima de violencia, de presiones y de amenaza de toda índole contra dirigentes sindicales y sus familiares no propicia el ejercicio libre y el pleno disfrute de los derechos y libertades que consagran los Convenios núms . 87 y 98 y todo Estado tiene la ineludible obligación de fomentar y mantener un clima social donde impere el respeto a la ley, como único medio para garantizar el respeto y la protección a la vida”. (Véase Recopilación de 1996, párrafos 61 y 62; 306 .º informe, caso núm. 1903, párrafo 489, 331. Informe, casos núms . 1937 y 2027, párrafo 106; 327 .º informe, caso núm. 1787, párrafo 342 y 333. Informe, caso núm. 2268, párrafo 755.)

La experiencia indica que el ejercicio de la libertad sindical está claramente condicionado, por el nivel de respeto que exista en un país de las libertades individuales, en particular el derecho a la seguridad de las personas, la libertad de opinión y expresión, la libertad de reunión, el derecho a la defensa en juicio ante tribunales independientes e imparciales y el derecho a la protección de los sindicatos. En un país en el que se verifican graves violaciones de las libertades civiles, no puede existir libertad sindical. Colombia es un ejemplo, pues la sola existencia de los paramilitares es un atentado contra la legalidad y el Estado Social de Derecho.

Estrechamente vinculado con esta situación, aparece generalmente una administración de justicia deficiente, lo que sirve para incrementar aún más el clima de impunidad e inseguridad existentes. Las restricciones civiles y políticas constituyen una de las principales causas de violación de la libertad sindical, reconoce la O.I.T., lo que explica que casi la mitad de las quejas que recibe el Comité de Libertad Sindical se refieran a violaciones de derechos humanos. El mismo organismo internacional ha dicho, reiteradamente, que el concepto de derechos sindicales carece totalmente de sentido, cuando no existen las libertades civiles. Por ello ha insistido que un clima de violencia e inseguridad, es extremadamente perjudicial para el ejercicio de las actividades sindicales.

Es responsabilidad directa del Estado garantizar a los dirigentes sindicales, no sólo su vida, su integridad física, o su libertad, sino también la libertad de movimientos y de circulación, sin temor a represalia alguna. El Tribunal, conforme a la abrumadora prueba producida en esta causa, considera que el Estado colombiano no cumple con esa responsabilidad. 

VI.- Sobre los hechos comprobados
El Tribunal ha podido comprobar que en el Estado y sectores empresariales colombianos existe una especie de cultura antisindical, que corre en paralelo con una cultura de la violencia como forma de resolver los conflictos. Un comportamiento es cultural cuando más allá de su legalidad o legitimidad está socialmente considerado como incorporado al orden natural de las cosas. Está demostrado que la violencia ejercida desde el Estado o desde los grupos económicos, reduce la sindicalización y dificulta enormemente la formación de nuevos sindicatos.

En 1970 había una sindicalización del 14% de la población económicamente activa, y en la actualidad es menor del 4%, resultando que sólo el 2% de los trabajadores está amparado por la negociación colectiva. Con procesos de violencia contra la fuerza de trabajo se ha logrado en este país deslaboralizar la contratación individual, disfrazada como contratación civil, y sustituir al trabajador formal por trabajo subcontratado o tercerizado .

Paralelamente, este proceso ha sido acompañado por una fuerte ofensiva contra el derecho a la negociación colectiva, desnaturalizándose e incumpliéndose los convenios colectivos de trabajo vigentes, cuyas cláusulas son sistemáticamente violadas, tanto por el Estado como por los empleadores privados. La violencia antisindical ha posibilitado la aparición de cooperativas de trabajo asociado fraudulentas, que disfrazan como socios cooperativos a quienes no son otra cosa que trabajadores dependientes.

Otro fenómeno similar es la utilización fraudulenta de las agencias de servicios eventuales o temporarios, que pretenden reemplazar a los trabajadores efectivos por trabajadores que originan un menor costo laboral y que representan una fuerza de trabajo de difícil o imposible sindicalización. 

Este Tribunal considera que la mayoría de los trabajadores colombianos se encuentran en una situación laboral, que podríamos calificar como la prehistoria del Derecho del Trabajo, situación a la que se llega merced a los hechos reiteradamente mencionados y denunciados en esta causa.


Frente a la violencia irracional, generalmente originada en función de la protección de los intereses de los grupos económicos y de las empresas multinacionales, la reacción del Estado colombiano, reiteradamente denunciado y condenado por los organismos internacionales, ha sido la de desarrollar ineficientes procedimientos de protección de los dirigentes sindicales, omitiendo atacar con auténtica convicción política las causas que motivan dicha violencia.

El Tribunal da por acreditado que en Colombia existe una indisimulada alianza entre el Estado y los grupos económicos y financieros, locales y extranjeros. Por lo tanto, resulta evidente que existen poderosos intereses para mantener un movimiento sindical débil y fragmentado, situación que a veces se agrava por la actitud de alguna dirigencia sindical, que actúa según sus propios intereses. Ante los hechos notorios de graves violaciones a los derechos humanos de la clase trabajadora el Tribunal tiene por debidamente probada la impunidad con la que actúan los responsables de dichas violaciones. Y en este fenómeno es clara la responsabilidad del Poder Judicial. Los fueros sindicales, que son la herramienta que permite garantizar la actividad de los representantes sindicales, y que están reconocidos en la Constitución Política de Colombia y en los Convenios de la O.I.T., son sistemáticamente violados. El Tribunal ha podido comprobar, que el despido arbitrario de los dirigentes y activistas sindicales es un hecho que se reitera con llamativa regularidad. Situación que se ve agravada cuando con total impunidad se desconocen órdenes judiciales de reintegro de los trabajadores afectados.

En Colombia las relaciones laborales no son democráticas ni participativas. Son profundamente autoritarias. El trabajador es un sujeto sin voluntad, que deja en la puerta del establecimiento sus derechos ciudadanos. La empresa es, en general, una estructura autocrática, donde uno manda y los demás simplemente obedecen. Se desconoce el acuerdo bilateral y democrático de las partes que integran la relación laboral. El trabajador es un simple engranaje, fácilmente sustituible, de una maquinaria cuyas palancas son movidas por manos, cuyo dueño ignora. La estabilidad laboral es la madre de todos los derechos laborales, porque un trabajador sin estabilidad tiene escasas posibilidades de defenderlos.

El Tribunal ha podido comprobar que en Colombia las relaciones laborales son inestables, violentándose el principio de la permanencia del contrato de trabajo. La ausencia de libertad sindical, que lleva a un sindicalismo débil y fragmentado, permite que relaciones laborales que deberían ser por tiempo indefinido, por responder a necesidades empresariales permanentes, terminan disfrazadas como relaciones por plazo determinado, o como contratos de naturaleza civil, o como relaciones cooperativas, todas claras situaciones de burdo fraude laboral.

Es lógico que en este escenario, con una fuerza laboral temerosa de perder su puesto de trabajo, la discriminación, el abuso y la prepotencia patronal sean una consecuencia natural. El contrato de trabajo es, de por sí, una relación de poder; poder que se descontrola cuando no hay libertad sindical, como en el caso de Colombia. La debilidad del movimiento obrero en este país no es una casualidad, ni un hecho inevitable de la naturaleza. El Tribunal tiene por demostrado que hay un plan para que en Colombia exista una mano de obra dócil y barata. Y para ello es necesario que el sindicalismo no sea un obstáculo.

El procedimiento seguido para alcanzar este objetivo ha quedado a la vista en este expediente: la represión de la actividad sindical, la violencia extrema y la impunidad, dignas de los albores del siglo XIX y no de una sociedad democrática y moderna.

En este marco de franca desprotección de la clase trabajadora colombiana y de extrema debilidad del sindicalismo, no debería extrañar que el índice de siniestralidad laboral sea elevadísimo, lo que se ha podido comprobar a pesar de la ausencia de estadísticas oficiales confiables. Las condiciones de trabajo de un importante sector de trabajadores, son deplorables. Tales condiciones llevan a que un reducido número de trabajadores alcance los servicios de la seguridad social, desprotegiendo a la mayoría. La protección de la vida y la salud del trabajador, que son su único patrimonio, es considerado un costo laboral, que no todos los empleadores están dispuestos a pagar. A ello se suma la ineficacia de los organismos estatales, que deberían controlar el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad laboral.

El Tribunal se hace cargo que el discurso oficial pretende, especialmente en los foros internacionales, alegar que Colombia es un país en el que actualmente se respetan los derechos de los trabajadores y la actividad sindical. Sin embargo, la mejor prueba de la falsedad de tales afirmaciones es la resolución adoptada por la Corte Constitucional de Colombia en el caso P 750/2011, en la que expresamente se declara “la actividad sindical en el país es de alto riesgo”.

VII.-NORMATIVIDAD REGRESIVA 

1. Aún está vigente el artículo 430 del Código Sustantivo de Trabajo (CST) que prohíbe la huelga en una amplia gama de actividades económicas que no son servicios esenciales, pese a que los organismos de control de la OIT, especialmente el Comité de Libertad Sindical, en varias ocasiones ha recomendado reglamentar el derecho de huelga, conforme a los criterios de la propia OIT en materia de servicios esenciales.

2. Las federaciones y confederaciones tienen prohibido declarar la huelga en el artículo 417 del CST.

3. Frente a más de un millón de empresas y 19 millones de trabajadores y trabajadoras que hay en Colombia, la negociación colectiva negociación colectiva El proceso de negociar términos y condiciones de trabajo mutuamente aceptables, así como de regular las relaciones laborales entre uno o varios representantes de los trabajadores/as, sindicatos o centrales sindicales por un lado, y un empleador, un grupo de empleadores o una o más organizaciones patronales por el otro, es prácticamente marginal. 

4. Véase convenio colectivo La negociación colectiva cubre a menos del 2% de los trabajadores colombianos. Por la exclusión de un gran número de trabajadores de la aplicación del régimen laboral del Código Sustantivo del Trabajo, de los 19´138.000 trabajadores, solo al 30% se les aplica dicho Código, y sólo 124.200 trabajadores se benefician de algún tipo de acuerdo colectivo. Se aprecia una grave exclusión del derecho de negociación colectiva de los trabajadores con vínculo diferente al contrato de trabajo.

5. La Ley 1453 reformó el artículo 200 del Código Penal, condenando a quien perturbe reunión, asociación o huelga. Esta protección es insuficiente. Es una norma inane, a la fecha no se ha estrenado y no se conoce una sentencia que aplique esta disposición.

6. El Estado colombiano expidió el Acto Legislativo No 01 de 2005, prohibiendo el tema de pensiones en la negociación colectiva.

7. El Estado colombiano expidió el Decreto 535 de 2009, por medio del cual se reglamenta la concertación de las condiciones laborales de los empleados públicos, con lo cual se niega la negociación colectiva de dichos trabajadores. Pero aún con la “concertación” se niega asuntos que excedan el campo laboral, tales como: la estructura organizacional, las plantas de personal, las competencias de dirección, administración y fiscalización del Estado, los procedimientos administrativos y el principio del mérito como presupuesto esencial de la carrera administrativa.

VIII- Violaciones contra la vida e integridad personal, al derecho de asociación y negociación colectiva, persecución sindical, criminalización de actividad sindical. 

Para simplificar la lectura de la presente sentencia y atento a la significativa cantidad de casos que han sido presentados ante el Tribunal durante las audiencias de los días 23 y 24 de mayo de 2012 y los que han continuado llegando durante el desarrollo de las sesiones del Tribunal, el detalle de los mismos se contiene en el Anexo No. 1, que debe considerarse formando parte integrante de esta Resolución.

IX. En mérito de todo lo expuesto y sobre la base de la prueba colectada, El Tribunal Mundial de Libertad Sindical , RESUELVE:
  1. Condenar al Estado de la República de Colombia por ser responsable de los hechos sistemáticos de violación del principio de Libertad Sindical, en calidad de autor directo, coautor, cómplice o encubridor de homicidios, lesiones, torturas, privaciones ilegítimas de la libertad, atentados, amenazas, despidos y represalias con motivo del ejercicio de la actividad sindical.
  2. Exhortar al Gobierno de la República de Colombia a que adopte todos los recaudos necesarios para garantizar en el país la Libertad Sindical, suprimiendo de inmediato todos los obstáculos y restricciones que han sido denunciados en esta causa.
  3. Exigir al Gobierno de la República de Colombia que prohíba, cese y sancione con el rigor necesario, todos los comportamientos violentos, cualesquiera que sean sus autores, que afectan el libre ejercicio de la actividad sindical.
  4. Dirigirse a cada una de las empresas e instituciones públicas involucradas en la denuncia recibida, para que cesen en sus actos y políticas antisindicales. En el caso de empresas multinacionales, el Tribunal se dirigirá a la casa matriz.
  5. Poner en conocimiento de la Organización Internacional del Trabajo la presente sentencia. Designar a la Dra. Gladys Delgado de Rodríguez para realizar los trámites de notificación.
  6. Comunicar a todo el movimiento obrero organizado, local e internacional, lo resuelto en esta causa.
  7. Notificar esta sentencia a los organismos defensores de los Derechos Humanos, locales e internacionales.
  8. Pasar a un cuarto intermedio, hasta la fecha y en el lugar que oportunamente se fijarán, para analizar la evolución de la situación de la Libertad Sindical en Colombia.
Más sobre la convocatoria del Tribunal Mundial Sindical y la demanda contra el Estado colombiano en el sitio de la Marcha Patriótica: http://www.marchapatriotica.org/index.php?option=com_content&view=article&id=523:tribunal-mundial-de-libertad-sindical-colombia&catid=37:en-la-marcha&Itemid=94
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 de Junio  RIA Novosti - Moscu           Obama estaria totalmente extraviado en America Latina
Ha trascendido durante la noche de ayer y esta mañana, en medios de prensa norteamericanos,particularmente en un programa de conversacion "Talk Show" de la cadena CBS de television de Estados Unidos, que el presidente Obama habria cometido un grave error de percepcion geografica de los paises de sudamerica, al encabezar reuniones de coordinacion en el ambito hemisferico con la Secretaria de estado HIllary Clinton, y posteriormente no enmendar ese error de percepcion, y emitir una nota de prensa referente al creciente conflicto maritimo entre Peru y Chile.  Un fuerte rumor trascendio en Washington anoche , por medios semioficiales de la casa Blanca, que en los ultimo dias, se habria producido un error de percepcion mental, por parte del presidente Obama o un "lapsus geografico" al confundir a Peru con Panamá, y esto no lo habria notado La secretaria Clinton, en sus reuniones con el jefe de estado, ni tampoco en un momento en que Obama le habria hecho saber que "seria muy preocupante de que Chile y Peru,en su disputa pudiera en algun momento afectar la zona del canal al enfrentarse ambas armadas".
Este lapsus lo habria llevado a tomar algunas decisiones apresuradas como la nota de prensa emitida desde la casa oval, previniendo de buscar una solucion ecuanime como del envio de una flota naval a la zona, y en ese contexto el cuadrante de defensa de la costa Oeste del canal de Panama, como de la costa Colombiana , ambas areas altamente sensibles para el Pentagono. 
Carencias aeroportuarias, portuarias y de infraestructura vial amenazan el primer tramo de desarrollo del TLC, por el cual pujó Colombia en los diferentes escalones de poder de los Estados Unidos durante al menos 8 años. Su apertura, mejor dicho el inicio de operaciones concretas, es un triunfo en sí mismo y alcanzarlo insumió suficiente tiempo como para que el país andino hubiese hecho las adecuaciones necesarias. Pero el entramado que hace coincidir la falta de previsión, la corrupción y las inconsistencias de visión propias del atraso secular que afecta no sólo a Colombia sino a la mayoría de sus vecinos, ha hecho que el país reciba este acontecimiento poco menos que en paños menores en sus dotaciones básicas. Esas que apuntan a una agilización del comercio exterior con pasos de animal grande. 
No es la primera vez que la improvisación le juega al país una mala pasada, ya hace más de 20 años, durante la presidencia de César Gaviria, aquello que se denominó la “apertura económica” acabó con buena parte de los numerosos puentes sobre cursos de agua que conforman el precario tramado vial sobre el cual Colombia a duras penas sostiene sus comunicaciones domésticas. Esa fue una de las lecciones no aprendidas que quizá en este otro momento histórico le seguirán pasando facturas a Colombia por su escaso aperaje para los grandes desafíos que ella misma se impone.   
El incremento de las flotas de camiones, de sus tonelajes y de sus posibilidades de carga, acabó con unos pasos sobre ríos y quebradas de una naturaleza montañosa y allí quedó desnuda la grandilocuente apertura que propuso y ejecutó Gaviria. La situación de hace dos décadas fue patética e incluso tragicómica. Pareciera que en ese y en otros campos la lección deberá repetirse como deben hacerlo los malos estudiantes de historia.  
Una mejoría relativa en los puertos principales –Buenaventura, Barranquilla y Cartagena- además de las mejoras y modernización retrasadas de algunos aeropuertos, entre ellos el de la capital del país, atenúan un tanto la cadena de imprevisión y desgreño. En ese panorama, el paisaje que ofrecen Bogotá con su vientre abierto y en espera, el llamado “túnel de la línea” y la carretera de doble calzada entre la capital del país y la localidad de Puerto Salgar en el río Magdalena -sobre el centro de su geografía y en dirección tanto hacia la costa Caribe como hacia Medellín- son los botones de muestra de lo que no se debe hacer si se aspira a ser considerado como un interlocutor serio en el plano internacional.  
En opinión de un experto que tuvo recientes funciones de gobierno, el país abre con éste y otros TLC una nueva etapa de un proceso en el cual se han incrementado en una década cinco veces las exportaciones, pasando de 12 mil millones en 2002, a casi 60 mil millones en 2011. Un crecimiento exponencial en el cual confluyeron varios factores pero, sobre todo, el de la seguridad y el de la distancia con otros países vecinos que hicieron del presupuesto ideológico su principal rubro de exportación.  
No obstante esas cifras, los términos comparativos señalan que Colombia aún exporta menos en proporción por habitante, que Ecuador, Perú, Chile y la Argentina. Este último, el más golpeado de la región por los vaivenes internacionales y en el umbral de una nueva crisis, entre las recurrentes que golpean sin solución de continuidad a ese país austral.  
A pesar de todos los factores en contra y de la larga marcha para alcanzar aquello que se inicia en estas fechas, cabe precisar que la aspiración de todo TLC y, con mayor razón éste que entra en vigencia con los Estados Unidos, es el de establecer una relación “gana-gana”. Algo que en definitiva, al menos para Colombia, tiende a superar el convenio de beneficio unilateral que existía con las gabelas del ATPDEA, que tuvo vigencia hasta entrar en  operaciones el nuevo acuerdo.  
Pero el entusiasmo originado por la “fetichización”, en términos del encanto que genera este pacto, también deja espacio para las protestas, no sólo de los impugnadores por principio de estos acuerdos entre los que no faltan los agitadores callejeros y las aristas de terrorismo. Algunos de los gremios de la producción han expuesto sus aprensiones con la vigencia del TLC con los Estados Unidos y, además, también el que se cocina con la Unión Europea. Lecheros y también productores de huevos y otros ítems de la canasta familiar han planteado frecuencia sus reservas al respecto.Ocurre que los más prevenidos por las condiciones del nuevo escenario son los productores del agro. 
Empero ya se sabe, o se supone y se incluye en la lista de encantamientos, que unos 5 mil productos de uso diario deberían bajar de precio con el impacto que tendrían tanto la demanda como el consumo, en el intercambio abierto por el acuerdo, derivado a su vez en la baja o eliminación de aranceles de importación. Aunque los hombres del campo tengan resistencias en estos primeros tiempos de cambio de condiciones, lo cierto es que otros ámbitos agrícolas se beneficiarán: las flores y derivados de la palma entre éstos.  
Pero no sólo en ese rubro, también la industria de textiles y confecciones, la industria de autopartes y los procesadores del cuero tales como los fabricantes de calzado y marroquinería, esperan con optimismo los cambios de reglas de juego que facilita el TLC que en sus primeros días de vigencia. En la madrugada de este martes 15 de mayo llegó el primer cargamento de flores a Miami para asegurar más de 150 mil puestos de trabajo en esta rama de la producción, en la cual un 60 por ciento de las trabajadoras son madres cabeza de familia.  
Al tiempo y para hacer simbólico el intercambio, una motocicleta sin estrenar de la emblemática marca Harley-Davidson llegaba a Colombia. Así, se dio el portazo de apertura a la nueva forma de intercambio que en su década de construcción hilvanó al fin más esperanzas que rechazo (aresprensa).    
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Los desafíos del TLC. Por Rafael Méndez Lozano

Mayo 20, 2012 a las 12:30 am
Con gran incertidumbre para muchos sectores se inicia la aplicación del Tratado de Libre Comercio (TLC), acuerdo que fue firmado en 2006 y fue ratificado el 15 de mayo de 2012.
Como puntos de referencia tengamos en cuenta que el PIB de Colombia en  2011 fue de US$440.000 millones y el de los E.E.U.U. alcanzó US$15 billones (33 veces mayor); el ingreso per-cápita en el país fue del orden de US$9.593 y en Norteamérica de US$48.860. La población en Colombia es de 46 millones y la de los E.E.U.U. 310 millones.
Mientras allá invierten en investigación y desarrollo el 2.79 del PIB, en el país alcanzamos tan solo al 0.16%. Colombia es la nación número 19 en establecer un TLC con los Estados Unidos y el décimo en América Latina.
Según el presidente Juan Manuel Santos, se espera que la entrada en vigencia del TLC contribuirá a generar 380.000 empleos de calidad y mejor remunerados y se estima que las exportaciones se incrementarán en un 6% y aportará un crecimiento de laeconomía nacional entre el 0.5% y 1%.
Con el TLC alrededor del 80% de las ventas norteamericanas a Colombia  estará libre de impuestos y seguramente sectores como el maderero, construcción, autopartes, fertilizantes, agroquímicos, industria y tecnología serán favorecidos, pero también hay sectores como el arrocero, avícola, ganadero, lácteo se sienten más amenazados.
Según el gobierno hay oportunidades, pues además de las exportaciones tradicionales de café, oro, banano y flores se pueden potenciar sectores como el piscícola, petróleo, gas, textiles, confecciones, cueros, calzado, turismo, frutas y hortalizas, pero todo esta condicionado  a mayores inversiones en investigación y desarrollo complementadas con el mejoramiento en la infraestructura, reducción de trámites, control de las tasas de interés, manejo de la tasa cambiaria, reconocimiento de las certificaciones sanitarias colombianas y cumplimiento de estándares de inocuidad. No hay duda que en este nuevo escenario hay que darle un papel preponderante a las inversiones en educación, investigación, innovación y emprendimiento para tratar de recuperar por lo menos 15 años en que no nos preparamos reducir la asimetría como se han negociado los TLC, porque también se van a perder muchas fuentes de empleo.
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Eurocámara aprobará este año el TLC con Colombia y Perú

El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de Empresa e Industria, Antonio Tajani, . El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de Empresa e Industria, Antonio Tajani,
Foto: EFE
El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de Empresa e Industria, Antonio Tajani,

El Parlamento Europeo (PE) aprobará antes de que termine este año el Tratado de Libre Comercio (TLC) de la Unión Europea (UE) con Colombia y Perú, aseguró en Bogotá el vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Antonio Tajani.

Soy optimista", expresó Tajani durante un encuentro que mantuvo con la prensa en la capital colombiana antes de entrevistarse con Juan Manuel Santos.

Tajani, quien es el responsable de la Industria y el Emprendimiento en la CE, llegó el miércoles por la noche a Bogotá para una corta visita, dentro de una gira americana que inició el pasado 10 de mayo en Estados Unidos y continuó en México el día 14.

El vicepresidente de la CE confió en que la Eurocámara gestione de manera afirmativa este acuerdo de libertad comercial, que el bloque europeo y los países andinos terminaron de negociar en mayo de 2010 en Madrid y suscribieron en abril de 2011, en Bruselas.

El TLC recibió el 16 de marzo último el respaldo de los 27 países de la UE, durante un consejo de ministros de Comercio reunido también en Bruselas, por lo que la iniciativa quedó solo pendiente de aprobación en un pleno de PE.

Tajani admitió que la reciente entrada en vigor del TLC de Colombia y Estados Unidos el pasado 15 de mayo puso a la UE "en una situación más delicada".

"Hay un debate en el Parlamento Europeo (...), que es libre de decir, pero yo soy optimista", afirmó el vicepresidente de la CE, para quien las relaciones de su bloque de 27 países con los latinoamericanos "son súper importantes".

Colombia y otros países de la región ofrecen "seguridad jurídica y seguridad financiera", apuntó Tajani, y señaló que se trata de "características" que son muy importantes para los empresarios de la UE, que están representados en la visita a Bogotá por una misión de más de quince directivos de sectores principales en Europa.

En Colombia quieren "explicar que Europa está viviendo una crisis, pero no es una crisis mortal, es una crisis ante todo del sector financiero", admitió Tajani, y defendió que los países en dificultades hacen las reformas necesarias para superar los problemas.

"El euro no está enterrado, está bien", reiteró el vicepresidente de la CE, quien firmó en Bogotá cuatro cartas de intenciones con el viceministro colombiano de Comercio, Industria y Turismo, Gabriel Duque.

En las cartas, la UE y Colombia asumen compromisos de diálogo sobre políticas en materias primas, de pequeñas y medianas empresas, de promoción del turismo y de reforzamiento de la cooperación industrial.

Tajani observó que su misión, que es política y empresarial y tiene como fin el crecimiento conjunto, llevará a "cosas concretas" en algunos meses, con "unas misiones técnicas, sin comisarios, sin política". 
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A propósito del TLC Colombia- Estados Unidos: cuidado con la leche fabricada a partir de subsueros 

Jueves 24 de Mayo de 2012 16:03

A propósito del TLC Colombia- Estados Unidos: cuidado con la leche fabricada a partir de subsueros Destacado

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Senadora Myriam ParedesSenadora Myriam ParedesPrensa Senado
"La leche que se compra en el supermercado o en la tienda de la esquina muy seguramente será desplazada por los nuevos productos importados": senadora Myriam Paredes Aguirre (Conservador).
Bogotá D.C., mayo 24 de 2012.- Con toda justicia los productores lácteos del departamento de Nariño han dado su voz de alarma en torno a las graves repercusiones económicas que puede tener para la industria regional, la invasión de productos lácteos fabricados a partir de subsueros al estar cobijadas dichas importaciones dentro del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos que entró en vigencia el pasado 15 de mayo.

Creemos que esta voz de alerta debe ser objeto de un minucioso análisis por parte del Ministerio de Agricultura, dependencia de la cual esperamos una pronta y rápida acción a fin de que se evite que el TLC sea un factor de pobreza y ruina para nuestros sacrificados productores de leche y no un instrumento de desarrollo como lo ha anunciado tantas veces el gobierno nacional.

Las preocupaciones del sector lácteo de Nariño, merece una pronta respuesta del gobierno porque como bien lo han argumentado dirigentes regionales de Colácteos después de entrar en vigencia el TLC se avecina una invasión de leche made in USA, fabricada a partir de subsueros lo cual es considerado como una competencia desleal.

Han dicho los voceros de esta industria que la leche que se compra en el supermercado o en la tienda de la esquina muy seguramente será desplazada por los nuevos productos importados dados los bajos precios con que llegarán al mercado nacional pues basta con recordar que éstos llegan con cero arancel. Será una competencia desleal, han dicho también los dirigentes del gremio lechero porque la leche que se expenderá en adelante se fabrica a partir de sueros de baja calidad lo cual constituye de por sí un engaño para el público consumidor. Por sus ingredientes y materia primra a estos productos simplemente se les llama lactosueros y no es por lo tanto la misma leche, rica en sabores y valores nutricionales a que estamos acostumbrados a consumir los colombianos.

Con base en las denuncias formuladas por los productores de leche de Nariño , creemos que estamos a tiempo de exigir a las autoridades sanitarias, principalmente al Invima, y al ICA que se vigile y se controle muy bien el ingreso de productos derivados de los subsueros de leche, obligándose primordialmente a que los empresas que los expenderán en Colombia presenten en los empaques, marquillas y etiquetas donde se especifique el contenido y el tipo de sustancias con que han sido fabricados, así como la tabla de valores nutricionales para que el consumidor tenga a mano elementos de juicio antes de comprar el producto. "Aunque el subsuero no es malo para la salud, es un engaño para el consumidor porque piensa que está comprando alimentos lácteos con la proteína que tiene la leche completa, sin embargo en Estados Unidos la están sustituyendo con la proteína de un subproducto que no es asimilable", han reiterado los directivos de Colacteos quienes también han dicho que actualmente en del departamento de Nariño se producen 780.000 litros de leche diarios y que de esa cantidad el 43% se envía al departamento del Valle del Cauca y a otras regiones del centro del país.

Además del estricto control, creemos oportuno recomendar también al ministerio de Agricultura se ponga en marcha políticas reales de estímulo para el sector lechero a fin de fortalecerlo, primero mejorando la genética y los pastizales y en segundo lugar facilitando créditos blandos que permiten renovar el l banco de maquinaria utilizado por el hato lechero regional, tal como lo ha venido proponiendo el gobernador Raúl Delgado.
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ALAI, América Latina en Movimiento

2012-05-14

Colombia

TLC y salud: vuelta de tuerca al modelo neoliberal

Mauricio Torres Tovar




ApesardeloptimismoquelossectoressocialesyempresarialesprogresistastuvierondurantevariosañosalhaberseimpedidolafirmaenelCongresoNorteamericanodelTratadodeLibreComercio(TLC)entreColombiayEstadosUnidos,enlarecienteCumbredelasAméricasenCartagena,Obamahadichoqueésteentraráenvigenciaelpróximo15demayo1.
De igual manera, está en proceso de negociación la firma de un TLC entre Colombia y la Unión Europea y con otros países como Corea.
Debe ser claro que por la vía de los TLC se hace un ajuste de tuerca, un perfeccionamiento de la política de libre mercado y de privatización de los bienes públicos que favorece a los sectores empresariales de los países centrales y va en contra del bienestar de la mayoría de la población; de la mayor parte del sector productivo de países como Colombia.
Mirando a los del lado
No es necesario ir muy lejos para ver los efectos que este tipo de TLC ha estado produciendo en la vida y la salud de nuestros pueblos. Hay TLC firmados por varios países de América Latina con Estados Unidos, entre estos el más antiguo es el firmado en 1994 por México con Estados Unidos y Canadá conocido como TLCAN (NAFTA por sus siglas en inglés).
ElTLCANesunejemplo,delosseriosproblemasqueproducenestetipodetratados,yaquesehavenidoevidenciandounincrementodelosproblemasnutricionalesdelapoblaciónmexicanatantoendesnutricióncomoenobesidad,productodequeéstetratadohaobligadoaMéxicoaalejarsedelaproduccióndealimentosbásicosalincidirsobrelacadenaalimentaria,altransformarcómoseproducenlosalimentoshastaquéycuántoseconsumen2.
En el sector de salud, las empresas privadas de aseguramiento y prestación de servicios de salud especialmente de Estados Unidos, han ejercido presiones fuertes con el interés de cooptar el sistema público de salud tanto en México como en Canadá para colocarlo en función de la lógica rentable del mercado.
Múltiples efectos
En este sentido y teniendo como espejo las experiencias ya desarrolladas en América Latina son muchas las consecuencias negativas que se prevén por la implementación del TLC entre EEUU y Colombia. Se considera que los sectores más impactados serán el productivo (especialmente el agrícola) y el de servicios.
EstoseprevéporqueelTLCledaventajasalossectoresempresarialesdeEEUUquesesumaasumayorcapacidadproductivaydecondicionesdecompetitividadenrelaciónconColombia.PorestarazónsemencionaquemásqueuntratadocomercialdeColombia,esuntratadodeadhesión3alosEEUU(léaserecolonización).
Entrelasconsecuenciasqueseprevéestán4:
  • Fin de la producción en sectores tradicionales de la economía como la agrícola (arroz, café, chocolate, por ejemplo) y la avícola.
  • Cierre de empresas nacionales.
  • Avance y consolidación de la privatización de los servicios de salud y la educación.
  • Profundización del desempleo estructural.
  • Incremento de la desigualdad y la pobreza.
  • Consolidación de la división internacional del trabajo donde las grandes corporaciones se apropian de recursos estratégicos como la minería, el agua o productos alimentarios básicos.
Efectos en el sector de la salud
Desdediversossectoresdelasociedadseplanteaqueestosacuerdosdelibrecomerciovanaimpactarnegativamentelagarantíadelderechoalasalud,principalmentealavanzarenlaprivatizacióndelosserviciosdesaludyalestablecerpatentessobremedicamentosesenciales.EstosededucedelhechoqueeldesarrollodelTLCvaagenerar5:
  • Apertura del mercado a las multinacionales de prestación de servicios de salud, las cuales tienen mayor capacidad de competir y captar mercado debilitando por esta vía la red nacional de prestadora de servicios de salud tanto pública como privada, lo que puede de hecho llevar a muchas de estas instituciones a la quiebra y establecer mayores barreras de acceso económico a los servicios de salud;
  • Mayor deterioro en el componente de salud pública ya que este tipo de programas no son de interés de estos mercados al no considerarse suficientemente rentables;
  • Empeoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores del sector de la salud, dado que se contratará a más bajos precios y con mayores cargas laborales.
Esto a su vez, puede propiciar migración de profesionales de la salud, trayendo más dificultades de disponibilidad de talento humano en salud en el país.
Como se ve, una vuelta de tuerca del modelo de Ley 100 que favorecerá al capital privado internacional del sector salud y empeorará los problemas que hoy en día se tienen con la implementación del Sistema de Seguridad Social en Salud.
Medicamentos más caros, menos accesibles
LosderechosdepropiedadintelectualfortalecidosatravésdelTLC,favoreceninmensamentealasmultinacionalesdemedicamentosalreafirmaréstetipodederechosconloqueseapruebaelmonopoliodesuproducciónycomercialización,loqueconduceaunencareciendodeestos6.
Igualmente,porlavíadelafirmadelTLC,EstadosUnidosbuscaimponerleaColombiaeldesmontedelincipienterégimendecontroldepreciosdemedicamentosqueestablezcaunanormatividaddepatentesparalosproductosbiotecnológicosydesegundouso;queextiendalaproteccióndedatosdelosproductosdelasmultinacionalesfarmacéuticasestadounidenses.Conesto,elTLCleimpidealpaíslareproduccióndeproductosbiotecnológicos,preservandoyextendiendoelmonopoliodelasmultinacionalesfarmacéuticas.
A su vez, las multinacionales farmacéuticas a través de los TLC buscan ir más allá de lo que ya tienen concedido a través de:
  • Patentes por más de 20 años.
  • Patentes de segundo uso (es decir cuando a un medicamento se le descubre una segunda propiedad farmacológica, puede establecerse otro periodo de patente)
  • Patentes espurias (cuando hay cambios en la forma de presentación del medicamento por ejemplo, de tableta a ampolla)
  • Protección exclusiva de datos (las autoridades sanitarias nacionales no podrían sustentarse en un registro previo para aprobar un producto farmacéutico similar, durante cinco, ocho o diez años)
  • Impedimento de importaciones paralelas.
Para citar solo un ejemplo, para que se tenga conciencia de lo que significa la propiedad intelectual de los medicamentos, un tratamiento para el SIDA con medicamentos antiretrovirales que tienen patente (es decir con derechos de propiedad intelectual) cuesta al año 12.000 dólares, mientras que con medicamentos genéricos (ya sin patente) cuesta 420 dólares anuales.
Resistiendo a los TLC
Desde el mismo inicio de la iniciativa del ALCA, los pueblos de América iniciaron su proceso de resistencia en contra de esta iniciativa que podría decirse obligó a los EEUU a cambiar de estrategia e ir por la vía de TLC bilaterales, propuesta que también generó una enorme oposición por parte de los sectores sociales y de los sectores progresistas de la producción nacional.
En este sentido, son una multitud de actividades nacionales e internacionales las que durante estos años han impulsado el conjunto de sectores sociales para impedir la ejecución de este tipo de TLC.
Con esta experiencia de movilización social es preciso ser crítico en el sentido que es necesario avanzar en una agenda común entre los sectores sociales y productivos progresista en Colombia, que permita actuar más articulada y contundentemente. Esta agenda precisa tener entre otros aspectos:
  • Una demanda a la protección de la producción nacional (de la misma manera como lo hace EEUU).
  • Protección de los bienes públicos como la salud, la educación, el agua, los alimentos.
  • Enelaspectoespecíficodemedicamentosproponerelestablecimientodeunapolíticanacionalque:
  • Fortalezca la regulación estatal en materia de producción y venta de medicamentos.
  • Estimule el uso de medicamentos esenciales y genéricos.
  • Desarrolleunalíneadeinvestigación,cienciaytecnologíaquelepermitaproduciralpaísmedicinasdeacuerdoasuspropiasnecesidades,caminoquehantransitadopaísesdelaregióncomoelcasodeCuba,BrasilyArgentinaodeotrasregionescomoMozambiqueeIndia.
Sin lugar a dudas son muchas las consecuencias negativas que se prevé por la implementación del TLC Colombia – EEUU(y del que viene en camino con la Comunidad Económica Europea), y por lo tanto no queda otro opción que fortalecer la movilización social para denunciar los efectos perversos que irán produciendo y seguir luchando para evitar la firma de nuevos TLC de este tipo.
Así mismo, seguir insistiendo en configurar un nuevo tipo de alianzas y bloques entre los países de la región (revisando las experiencias de UNASUR y el ALBA) que lleven a la construcción de relaciones y tratados solidarias entre nuestros pueblos que incluyan aspectos comerciales, pero que vayan más allá.
Mauricio Torres Tovar
Médico salubrista - Miembro del Movimiento Nacional por la Salud y la Seguridad Social
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 302
Semana del 11al 17de mayo de 2012
Corporación Viva la Ciudadanía.
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El tratado de libre comercio suscrito en 2006 entre Estados Unidos y Colombia entró en vigor hoy con ocho mil productos sin aranceles.

El tratado de libre comercio suscrito en 2006 entre Estados Unidos y Colombia entró en vigor hoy con ocho mil productos sin aranceles.
El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos asegura que el pacto generará medio millón de empleos formales en cinco años y que aumentará en un punto porcentual el producto interno bruto. Sin embargo, algunos gremios consideran que el acuerdo provocará varios conflictos.
Según Germán Umaña, profesor pensionado de la Universidad Nacional de Colombia: “el comienzo de este acuerdo causa felicidad a aquellos aliados de las multinacionales, inversionistas, dueños de las patentes de farmacéuticos. Sin embargo, son infelices los del sector agropecuario, que esperan derechos sociales, culturales y económicos equitativos frente a los derechos de los inversionistas. Asimismo, son un poco infelices aquellos Gobiernos regionales que, si no se capacitan, tendrán que pagar por los errores que cometan en la negociación de las inversiones y la contratación”.

El Estado colombiano y las Farc

Guillermo A. Zurga

Sábado, 19 de mayo de 2012

Las numerosas censuras y críticas nacionales e internacionales a tal Ley, no han cesado de producirse. Personajes de la política colombiana, entre los que destaca el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, la califican de ofensiva a las víctimas de las Farc, entre otros epítetos contundentes de desacuerdo con la Ley. Al parecer, las Farc han ganado una nueva batalla









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La Ley para la paz que se pretende aprobar con extraña urgencia en Colombia, según la cual se establecen las bases jurídicas, sociales y políticas para que los narcoterroristas de las Farc se rindan, entreguen las armas y se incorporen a la actividad cívica ciudadana común en dicho país, está lejos de lograr sus objetivos.
En primer lugar, no es un secreto que las Farc odian a los EE.UU. y todo lo que este asociado a este país. En consecuencia, las mismas estarían en total desacuerdo con el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y los EE.UU. e intentarían por todos los medios de sabotearlo.
En segundo lugar, las Farc tienen una actividad muy lucrativa en el narcotráfico con la cual están profundamente comprometidos, con conexiones y relaciones excelentes con el gobierno venezolano, quienes posiblemente les facilitan sus actividades de narcotraficantes, actividad muy difícil de cambiar por el llamado a las paz que les está haciendo el Estado colombiano. Esto, debido a los grandes beneficios económicos que les deja dicha actividad, el poder que significa, y el enorme daño que hacen a los EE.UU. y a su población, por ser éste país el primer consumidor de estupefacientes del mundo, el cual pareciera ser otro de sus propósitos, “corromper” al pueblo norteamericano.
En tercer lugar, mientras el chavismo esté activado y conectado con el centro de la conspiración marxista leninista dirigida por el gobierno cubano con la ayuda económica y política del gobierno venezolano que amenaza a Latinoamérica y afectaría a América; las Farc aún mantendrían sus esperanzas de continuar sus actividades delictivas y conspirativas con el apoyo de los factores marxista leninista que pululan por toda Latinoamérica. Incluso, no es de extrañar ni de descartar, que este movimiento conspirativo y terrorista tenga ramificaciones y numerosas quintas columnas en los diferentes poderes del Estado colombiano.
En tal escenario como el arriba indicado, es altamente improbable que las Farc muerdan el anzuelo que les ha lanzado el Estado colombiano, muy posiblemente, a pedido del gobierno norteamericano, con la intensión razonable de iniciar un TLC en paz y armonía, pero sub estimando la forma de pensar y actuar de las Farc, quienes tienen objetivos claros y definidos, que para las Farc son de mayor peso, que el de acogerse a una pacificación incierta.
Ante esta ingenua e inconstitucional iniciativa, convertida en crasa debilidad, mostrada por el Estado colombiano, ofreciendo condonar los graves y horribles delitos y/o crímenes cometidos por los líderes y militantes de las Farc, garantizando discrecionalidad al Poder Público y al mismo presidente Juan Manuel Santos, sugiriendo trato preferencial a éstos delincuentes, vistos en esta ley que se pretende sancionar; no es de extrañar, que las Farc emerjan con más fuerza y dureza, tal como el cobarde intento de asesinato contra el ex ministro del interior del gobierno anterior Fernando Londoño, hecho muy probablemente ejecutado por las Farc.
Las numerosas censuras y críticas nacionales e internacionales a tal Ley, no han cesado de producirse. Personajes de la política colombiana, entre los que destaca el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, la califican de ofensiva a las víctimas de las Farc, entre otros epítetos contundentes de desacuerdo con la Ley. Al parecer, las Farc han ganado una nueva batalla.

gzurga74@gmail.com

El TLC y la publicidad colombiana, “déjame masticarlo”


El TLC y la publicidad colombianaEl TLC y la publicidad colombiana
La publicidad como industria cultural es el foco de las negociaciones del TLC. Las agremiaciones del sector crearon la Coalición colombiana de industrias creativas y de contenido y están elaborando conjuntamente una agenda estratégica para descubrir oportunidades.
El Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos es una nueva oportunidad para los profesionales colombianos, sobre todo cuando el primer Informe de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, UNCTAD, reconoció explícitamente que la publicidad forma parte de la industria cultural de un país, aunque previamente la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura, UNESCO, lo hubiera reconocido también. Este avance abre las puertas y las mentes de quienes hacen creatividad y ofrecen servicios intangibles, aspecto que toca directamente los derechos de autor.
Todos han escuchado hablar del TLC, unos se alegran, otros se quejan; pero al final este es otro reto que se le impone a la industria de las ideas. Solo quienes sepan reinventarse, podrán sacarle provecho a este TLC que creará nuevos mercados, tanto en la primera potencia del mundo como en un país con más de 44 millones de habitantes. Ambos con algo en común: el desempleo.
En charla con P&M, Ximena Tapias, presidenta ejecutiva de la Unión Colombiana de Empresas Publicitarias, UCEP, y líder del proceso en las mesas de negociación, puntualiza algunos de los temas más relevantes y advierte que se trata de un tema de enorme complejidad, cuya comprensión exige tiempo para asimilar las leyes, decantar las ideas y llevarlas a la práctica.
Colombia entendió y siguió el ejemplo de los europeos y los canadienses, que en sus tratados contemplan excepciones en sus industrias culturales (cine, arte, televisión, prensa, radio, teatro, publicidad, etc.), para no permitir el libre comercio en estas ya que consideran que son esenciales para su identidad y por eso, deben protegerse de manera especial.
“La idea de fondo es que el mercado nacional no quede sometido ni atrapado por la ideología cultural de otros países (todo se puede comercializar libremente, menos las industrias culturales). No se logró la excepción cultural, pero sí una reserva lo que implica un cierto grado de protección en algunas disciplinas. Si esto no se hubiese tenido en cuenta en el Tratado, se habría asociado simplemente a otros servicios”, comenta Ximena Tapias.
Con esto se les está dando un trato especial a la publicidad y a quienes la hacen y se van a adoptar medidas que den un trato preferencial a los contenidos locales en materia de incentivos y apoyos lo que permitirá la cooperación y la coproducción con otras naciones en términos preferentes. Al convertir esto en un dato cuantitativo y llevado a la realidad, Colombia se reserva el derecho de establecer una cuota de pantalla hasta del 20%. Esto significaría que parte de la publicidad que se viera en Colombia también fuera creada en el país, lo cual incentivaría la publicidad colombiana, de llevarse a la realidad.

No todo puede ser libre

La presidenta ejecutiva de la UCEP aclara que Colombia “no se debe convertir en un país de maquila de contenidos a precios irrisorios, los que luego sean vendidos en Norteamérica con otra marca y a precios astronómicos (que muchos estadounidenses sí pagan)” y manifiesta que la clave es asesorarse bien y especializarse a la hora de hacer negocios, para que el contenido y el talento colombiano se exporten como tiene que ser.
Un punto vital en la agenda del sector publicitario colombiano es desarrollar la reserva cultural para ver qué tipo de medidas normativas requiere.
Para echarlo a rodar, la Unión Colombiana de Empresas Publicitarias, UCEP  que coordina y dirige  la Asociación Nacional de Medios de Comunicación, Asomedios, la Asociación de Realizadores de Animación Digital y Videojuegos, SOMOS, la Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos, Andiarios, la Corporación Fondo Mixto de Promoción Cinematográfica y Proimágenes, crearon la Coalición Colombiana de Industrias Creativas y de Contenido y están elaborando conjuntamente una agenda estratégica para descubrir oportunidades y trabajar en pro de un sector más competitivo.
En este momento se está haciendo un estudio que determine cómo desarrollar esa reserva cultural y dirija esta ganancia hacia el respeto de las profesiones que producen ideas que deben ser protegidas sin permitir que se pierda la chispa local.
Esto significaría que si los estadounidenses quieren poner su publicidad en Colombia, deben contratar talento colombiano; si quieren pautar en los medios colombianos, deberían eventualmente probar que han cumplido con la cuota de pantalla nacional. Además, deberían mostrar evidencias de la producción colombiana, derechos de autor, entre muchos otros aspectos que se están trabajando en este momento. También  sobre la marcha y gracias a la reserva  el empresario podría solicitar beneficios tributarios, además de poder velar siempre por su talento y contenido nacional. Se espera que la torta de anunciantes crezca, que vengan grandes y pequeños anunciantes que necesiten estrategias y creatividad colombiana, la cual muchas veces tiene costos muy elevados en Estados Unidos.

TLC Colombia - Estados Unidos, ¿pulso entre David y Goliat?

Mayo 15 del año 2012, luego de ocho años de discusiones, negociaciones, ires y venires, se da inicio al tratado de Libre Comercio entre Los Estados Unidos de América y Colombia.
Con euforia los medios presentaron los primeros cargamentos de flores que fueron exportadas vía aérea desde Bogotá y textiles y otros productos desde los puertos de Barranquilla y Buenaventura, a donde igualmente llegan los primeros barcos con productos químicos y cereales.
Muchos aplauden la puesta en marcha del discutido tratado, otros con escepticismo e incluso temor, no saben que les espera.
Lo cierto es que Colombia, no solo tiene firmado TLC con países como EE.UU.  entre otros tantos, acaba de firmar con el gigante asiático, China.
¿Que tan preparado esta en país para cumplir con tantos TLC?
Negar que la infraestructura vial del país es caótica es imposible, a cuenta de los fenómenos de la naturaleza, pero culpa más imputable al atraso vial, la corrupción y las pésimas gestiones de muchos gobiernos consecutivos, entonces nace la preocupación, como movilizar tanta carga en un país sin vías óptimas, entorpeciendo la conectividad. Y las pocas vías que son transitables, suelen ser asaltadas por terroristas que en temporadas se apoderan de éstas quemando tracto mulas y medianos vehículos.
Respecto a los puertos, los más importantes del país : Barranquilla y Buenaventura, tienen algunos problemas de logística, almacenamiento y seguridad en el caso del puerto sobre el Pacífico.
En cuanto al tema de aeropuertos, el país está en pañales, Bogotá que es la ciudad que más carga y pasajeros moviliza en el país, pese a estar en obras para un nuevo terminal, que será operado con las mismas dos pistas que prestan el servicio actualmente, una de ellas con restricciones para operar en horario nocturno, por motivos de contaminación sonora, y la otra seriamente amenazada por inundación, durante las temporadas de lluvia. Aterrizar o decolar del Aeropuerto El Dorado, en ocasiones se convierte en un suplicio, dada la alta congestión que generalmente presenta la principal terminal aérea del país y una de las mas importantes de Sur América.
En el anterior orden de ideas, no es caricatura comparar a David y Goliat, con Colombia y EE.UU. en vista de las grandes falencias  y limitaciones que tiene nuestro país, y que obviamente anticipan que no es fácil, cumplir a cabalidad con los compromisos que implica un TLC. 
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el de arriba hace diferencias

Ingresos de campesinos bajarán un 70 % por TLC Colombia-EEUU, según estudio

Agencia AFP | Mayo 15 de 2012
Al menos el 70 % de la población campesina de Colombia (1,36 millones de hogares) se verá afectada con una disminución del 16 % en sus ingresos con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, según un estudio divulgado por organizaciones no gubernamentales.

El informe titulado "Impactos del TLC con Estados Unidos sobre la economía campesina colombiana", elaborado por Planeta Paz, Sociedad Civil de EE.UU. y Oxfam, en vísperas de la entrada en vigor del tratado, destaca que "la negociación de ese acuerdo fue inequitativa y asimétrica".

Los autores del informe, Luis Jorge Garay, Fernando Barberi e Iván Cardona, concluyen que el TLC "llevará a una pérdida del 16 % de los ingresos de esa población" campesina colombiana. Y señalan que, en materia agropecuaria, se permitió a EE.UU.

"continuar con su política proteccionista a través de ayudas internas a la producción", mientras que se exigió a Colombia el desmonte del Sistema Andino de Franjas de Precios.

También exigió desmontar el Mecanismo Púbico de Administración de Contingentes para las importaciones de Estados Unidos.
"La reducción de la ganancia neta por actividades agropecuarias ocasionaría una caída del 10,5 % en el ingreso total para el conjunto de los hogares campesinos", advierte el informe.

Además, los bienes agropecuarios que produce Colombia, que van a competir con productos subsidiados y protegidos, se traducirán en una reducción importante en los precios de cultivos como arroz, cebada, maíz, sorgo, trigo, fríjol, arveja y hortalizas.

El estudio precisa que en el caso de las hortalizas, por ejemplo, bajarían de precio un 15 %, el fríjol un 55 % y la producción arrocera mermaría hasta en un 19 %.

El director de Planeta Paz, Carlos Salgado, apuntó en Bogotá que productos como el maíz, la soja y el trigo pueden tener un impacto del 20 % en el valor anual de la producción.

La negociación de ese TLC fue "asimétrica" a favor de Estados Unidos, según los investigadores, por cuanto el acuerdo "no se compadece con el tamaño de las economías ni con su grado de desarrollo".

El informe revela que Colombia "ofreció desgravar de manera inmediata (incluidos contingentes) un valor anual de importaciones equivalentes a 830 millones de dólares" (un 130 % del total importado desde Estados Unidos).

Mientras ese país "solo ofreció desgravar de manera inmediata un valor anual de importaciones actuales equivalente a 776 millones de dólares (un 115 % del total importado desde Colombia)".

Las organizaciones no gubernamentales destacaron, sin embargo, que algunos productos pueden verse favorecidos a corto plazo con el acceso al mercado estadounidense, entre ellos el azúcar, etanol y tabaco, y más a largo plazo otros como los lácteos y las carnes.

La capacidad del ingreso de esos productos "va a depender de algo taxativo como son las medidas sanitarias y fitosanitarias" impuestas por EE.UU., advirtió Garay.

Para mitigar los efectos a futuro, el informe propone diseñar e implementar un sistema de seguimiento que incluso contemple más medidas compensatorias a los afectados colombianos.

El TLC entre Colombia y Estados Unidos entra en vigor este martes y el primer envío desde el país andino corresponderá a 4.200 cajas de flores vía aérea, mientras que el presidente Juan Manuel Santos será testigo desde Cartagena del zarpe de un barco con textiles.
fuente

EL TLC CON ESTADOS UNIDOS: LAS SOMBRAS … Y COLOMBIA EN PAÑALES

Hace seis años suscribimos el tratado pero no hemos hecho nada: ni infraestructura, ni innovación, ni oferta exportadora. Es más: nos convertimos en un país minero. Pero eso sí: somos un mercado apetitoso para los empresarios de Estados Unidos, y aceptamos todas las condiciones que quisieron ponernos.
Por: Amylkar Acosta / Razón Pública
Anuncios en la cumbre
¡Salud, César, los que van a morir te saludan! Traigo a colación este célebre saludo ritual de los gladiadores al emperador romano cuando pedían su autorización para luchar a muerte. El anuncio esta vez fue proclamado por el emperador Obama como remate de la VI Cumbre de las Américas: este 15 de mayo entrará en vigencia (¡por fin!) el TLC suscrito entre Estados y Colombia hace ya casi seis años y ratificado en octubre pasado.
Junto con el anuncio de ampliar las visas a algunos colombianos de 5 a 10 años, este fue el único resultado tangible y concreto de la espectacular “cumbre de resultados” que esperaba el gobierno colombiano.
Los tres goles finales
En los días previos, el Congreso colombiano había aprobado en volandas las últimas leyes express necesarias para la llamada “implementación” sin debatirlas y sin deglutirlas. Aparte de la reacción en contra de la medida que coarta la libertad de los cibernautas —reviviendo la malhadada Ley Lleras— poco se sabe del alcance de las demás leyes expedidas en tiempo record –y en especial de las atinentes al sector agropecuario y a la cuota de pantalla en TV:
-Con respecto a esta última, quedamos advertidos: de ahora en adelante tendremos que soportar más enlatados americanos en los horarios triple A (7 a 10 de la noche) y los fines de semana. De un 50 por ciento que teníamos, ahora pasamos a un 70 por ciento.
-Rafael Mejía, Presidente de la SAC —quien al término de las negociaciones manifestó que “el sector del campo fue el grandamnificado con el cierre”— ahora nos recuerda que con la entrada en vigor del TLC “de todos modos habrá ganadores y perdedores”. Está por establecerse quiénes serán los unos y los otros. Apenas seis meses antes de tan esperado anuncio, el ministro Juan Camilo Restrepo, manifestó que “no estamos preparados, nos falta mucho” para enfrentar el reto del TLC con Estados Unidos.
Cabe preguntarse cómo es posible que todavía sigamos en pañales, si el país estaba advertido desde 2004, cuando resolvió negociar este tratado bilateral con Estados Unidos, sacrificando de paso la Comunidad Andina (CAN).
Dos defensas falaces
-No falta quien diga que por primera vez nuestras exportaciones van a tener un acceso “privilegiado” al mercado estadounidense. Pero es una falacia: llevamos décadas con ese acceso “privilegiado”, amparado primero por la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPA) y en los últimos años por la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA).
En realidad, vamos a cambiar beneficios unilaterales por obligacionesbilaterales, ya que si bien se abre el mercado estadounidense a las exportaciones colombianas, Colombia tendrá que permitir que las exportaciones de Estados Unidos entren sin trabas arancelarias.
-“Este es un gran paso y una excelente noticia para el empleo y lalucha contra la pobreza” afirmó el presidente Santos al conocer la noticia de la aprobación del TLC por parte de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Pero, ¿de dónde han sacado que por el sólo hecho de que entre en vigor el TLC con Estados Unidos, la economía va a crecer un punto más del PIB, se van a generar más de 500 mil empleos y ello contribuirá a reducir los alarmantes índices de pobreza? ¿De dónde lo sacaron?
El 1º de enero de 1994 entró en vigor el TLC de México con Estados Unidos y Canadá (el NAFTA). Sin embargo, en la última década, el crecimiento del PIB de México ha estado por debajo del promedio del latinoaméericano. Es más: la economía colombiana ha crecido más sin TLC con Estados Unidos, que México con TLC.
Este es uno de esos espejismos que van haciendo carrera y, como las mentiras de Goebbels, a fuerza de repetirlas se vuelven “verdades”. Bien dijo el pensador ibérico Ortega y Gasset que “la verdad oficial consiste en la administración prudente de la falsedad”.


No somos competitivos
Como advirtió el ministro Restrepo, Colombia no está preparada para enfrentar el desafío que significa la entrada en vigor de este y otros tratados comerciales, que se han venido negociando a tontas y a locas.
Este TLC ha tenido defensores y críticos, pero en algo están de acuerdo tirios y troyanos: en las actuales condiciones, Colombia no es competitiva y las leyes del mercado no tienen contemplaciones.
El periodista Andrés Oppenheimer señaló recientemente: “Colombia está demasiado obsesionada con el TLC y poco obsesionada con la productividad”. Y esta, como sostiene Paul Krugman, premio Nobel de Economía, “no lo es todo para la competitividad, pero a largo plazo lo es casi todo”. Y no le falta razón a Oppenheimer, pues Colombia lleva muchos años estancada en el ranking de competitividad establecido por el Foro Económico Mundial. Al país le va mal en cuatro de los pilares fundamentales, según lo registra la gráfica siguiente:

Fuente: The Global Competitiveness Report 2011-2012. World Economic Forum. Geneva, Switzerland
  • En instituciones: 3,5 sobre 7.
  • En infraestructura: 3,7 sobre 7.
  • En alistamiento tecnológico: 3,6 sobre 7.
  • En innovación: 3,3 sobre 7.
De otra parte, el único factor de competitividad realmente atractivo es el tamaño del mercado doméstico: un “bocatto di cardinale” para empresas en búsqueda de nuevos mercados ante el agotamiento de sus clientelas nacionales, tal como ocurre hoy en Estados Unidos…
Colombia, en fecto, se ha ido convirtiendo en una economía cada vez más orientada a exportar sus recursos naturales sin valor agregado (factor driven), en lugar de impulsar decididamente la innovación: el país no está ubicado en dicha transición como ya lo están Chile, Brasil, México y Argentina, tal como lo ilustra el cuadro siguiente:

Atraso en infraestructura
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), “Colombia, después de Perú y Bolivia es el país más atrasado en Latinoamérica en infraestructura”. Y no hay que perder de vista que sin infraestructura, que son los rieles, no se podrá desplazar ninguna de las cinco locomotoras del Plan de Desarrollo para la prosperidad.
De 164 mil kilómetros con los que cuenta la red vial en Colombia, sólo 900 son de doble calzada y únicamente el 8,5 por ciento de las vías están pavimentadas. De allí que traer un contenedor desde Shanghai a Cartagena (que distan entre sí 15.593 kilómetros) cuesta 1.100 dólares, mientras que transportarlo desde Cartagena a Bogotá, con sólo 1.206 kilómetros de distancia, cuesta 3.200 dólares, casi el doble (!).
Según The Economist, “para que la infraestructura de un país esté al día y se ajuste a los requisitos del mundo globalizado, es necesario que invierta al menos el 4 por ciento del PIB en este renglón. El promedio en Colombia en los últimos años ha sido 0,7 por ciento y, por lo tanto, será necesario multiplicar esta cifra por casi 6”.
El Director de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) Luis Fernando Andrade, coincide con esta apreciación, cuando sostiene que “para que un país como Colombia pueda mantener su rítmo de crecimiento y cerrar las brechas en infraestructuras hemos calculado que necesita mantener un nivel de inversiones anual del 3 por ciento del PIB por lo menos por una década”.
Hace rato sabemos qué es lo que hay que hacer, pero no se hace; el ministro de Hacienda está más preocupado por la inflación y la tasa de cambio que por la competitividad y por ello mientras el país pide a gritos más inversión en infraestructura el ministro Echeverry clama por un mayor ahorro. Es un absurdo.


Las uvas están verdes
Ante el alborozo de los unos y el desconcierto de los otros habría sería bueno precisar que:
  • No es verdad quien se oponga o critique este tratado es necesariamente un retardatario.
  • Los tratados comerciales per se no son ni buenos ni malos, todo depende de sus cláusulas.
  • Este TLC concreto fue mal negociado, prácticamente constituye un tratado de adhesión y será más ventajoso para Estados Unidos que para Colombia.
Pero aún suponiendo que no fue así —y que la cancha está nivelada— el TLC no será beneficioso para Colombia, a menos que uno piense con el deseo:
  • Primero, porque no tenemos una oferta exportadora. Llevamos años con el mercado de Estados Unidos abierto a nuestras exportaciones, libre del pago de aranceles y el máximo aprovechamiento que ha hecho Colombia de los beneficios del ATPDEA es del 54 por ciento, contra un 84 por ciento por parte del Perú.
Pese al espectacular aumento de nuestras exportaciones en los dos últimos años,“la exportación por habitante de Colombia es menor que la de Ecuador, la suma de las exportaciones e importaciones como proporción de todo lo que produce la economía es menor que en Perú, Argentina y Chile, con 60 por ciento menos de población que Colombia, exporta 40 por ciento más”.
En estas circunstancias es difícil que la colombiana sea “la tercera economía latinoamericana en 2014”, como anunció recientemente el ministro de Comercio.

  • Pero aún si contáramos con la oferta exportadora que no tenemos —sobre todo ahora que están tan afectadas por el creciente proceso de reprimarización de la economía bajo el peso de la revaluación del peso frente al dólar— nos topamos con el escollo de no ser competitivos.
Así se diga, sin fundamento, que “competimos muy bien frente a nuestros eventuales competidores de otros países”, basta con señalar que un exportador colombiano incurre en un sobrecosto del orden del 18 por ciento, por cuenta del rezago de la infraestructura y de las fallas en logística, de acuerdo con un estudio de la Cámara Colombiana de la Construcción.
¿De qué le sirve al exportador colombiano dejar de pagar el 4 por ciento, que es el arancel promedio en Estados Unidos, si aquí debe asumir de entrada un sobrecosto de casi 5 veces el arancel que va a dejar de pagar?


Las verdaderas prioridades
El gobierno y los empresarios deberían estar poniendo manos a la obra para actualizar la Agenda Interna para la Productividad y la Competitividad (AIPC), elaborada juiciosamente en 2005. Con o sin TLC, Colombia necesita recuperar el tiempo perdido en este frente, donde abundan los estudios y escasean las realizaciones.
Como diría Peter Drucker, tenemos que “pasar de hacer las cosascorrectamente, a hacer las cosas correctas”. No se pueden aplazar más las obras necesarias para que el país dé un salto en su desarrollo. Y esto pasa necesariamente por la inversión en ciencia, tecnología e innovación es decir, por un cambio radical en el modelo de exportaciones sin valor agregado.
Por eso preocupa la autocomplacencia del gobierno sobre los logros obtenidos con el actual modelo. El ministro de Hacienda sostiene que “los astros se han alineado sobre el firmamento colombiano”. Y el Zar del TLC Hernando José Gómez opina que “la base productiva colombiana es muy diversificada” y podrá “aprovechar bien el TLC con Estados Unidos”.
No se puede tapar el sol con las manos: durante los últimos años tanto el sector agrícola como el sector industrial ha perdido participación en el PIB; esto se refleja en la composición de las exportaciones colombianas, donde las manufacturas han perdido cada vez más participación.
Lo dice Alicia Bárcenas, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, refiriéndose a América Latina en general y a Colombia en particular: “de nuevo nos convertimos en exportadores de materias primas, volvimos a esquemas que creíamos superados…Nos estamos asociando con China, que será la primera economía del mundo en el 2016, con un modelo en el que vendemos materia prima e importamos manufacturas. Así nos será muy dificil dar sostenibilidad a nuestro crecimiento”.
La única manera de alcanzar la meta del Plan de Desarrollo de Santos -un crecimiento sostenido por encima del 6 por ciento y una tasa de desempleo de un solo dígito- sería ampliar y diversificar la base productiva mediante la promoción de la industria, la diversificación de las exportaciones y de los mercados, la profundización del mercado interno a través de la formalización del empleo y la drástica disminución de la pobreza y la desigualdad. ¡No hay otro camino!



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